Nuevos versos de Jesús Mauleón.

orando frente al sol. | nicolás de la carrera

Estrenamos nuevo formato de blog y hemos de pensar que para bien. Como no podía soportar escribir de poesía sólo con textos y ya nunca más sin imágenes, me han permitido bloguear de nuevo también gráficamente. Ojalá sea capaz de transmitir en bits latidos de corazón, ventarrones de enfado, sofoquinas de ternura. En cuanto recibí de mi amigo Jesús Mauleón su último retablo de maravillas “Pero estás en mi aliento (Senectutis carmina)”, de un sorbo lo escancié (96 páginas) y me puse a rumiar el regalado zumo de sus 59 noticias, 59 experiencias, 59 poemas de amor y de esperanza...

Pero será mejor que el propio autor nos entregue en mano, ya desde la primera página, el cálido fervor de sus canciones de madurez. Le escuchamos, testigo de la luz y del camino:

NOTA INICIAL. "En estos "senectutis carmina" (Poemas de vejez, o de ancianidad) presento mis versos de los últimos años, incluidos algunos muy recientes. Pero "estás en mi aliento" es la parte más sustancial de la entrega. El apéndice "Otros poemas" abarca varias piezas satíricas, una decena de poemillas sacros y cuatro pequeños homenajes.

Me resisto a entrar en explicaciones y teorías sobre mi obra. Acaso no hay tarea que menos corresponda al propio autor. Me remito quizá al poema que abre el libro y que de algún modo aclara y justifica mi persistencia en el quehacer poético. Por lo demás, los versos hablarán, mejor o peor, por sí mismos.

Jesús Mauleón

(Pamplona, diciembre de 2018)"

A LEERLE MIS VERSOS A DIOS Y A LAS ESTRELLAS

Los iniciales versos de nuestra experiencia de hoy serán precisamente los de “POETA”, original meditación del escritor navarro, actual y centenaria, que evoca, en nuestro tiempo, en medieval lenguaje, metáforas osadas que hubieran encantado, hace siglos, al mismísimo Juan Ruíz, descomunal Arcipreste de Hita: “un vuelo libre de alas en el pecho…”.

POETA

No espero en mi tarea gloria ni beneficio.

Trabajo con palabras, que es de pobres oficio,

es respuesta imprevista a un fuego que me asalta,

pero la hoguera nace tan de dentro y tan alta

que los torpes sonidos de mi pobre instrumento

jamás fueron palabras que se llevara el viento.

Trabajo con palabras, que es de ricos oficio,

apoyado en auroras y solar ejercicio.

Mi pobre voz alzada desconoce el dinero,

mi sueldo está en el lujo de cantar lo que quiero.

De tantos años guardo mi apilado tesoro

más vivo, libre, puro que los chorros del oro.

Con mi caudal humilde soy rey en la pobreza

y reparto monedas de mi pobre riqueza.

No me forjo ilusiones, tengo mi casa abierta,

pero no hay multitudes aguardando a mi puerta.

Me basta con que si alguien se acerca a mi palabra

un vuelo libre de alas en el pecho se le abra.

No espero una disputa de editores ardidos

aguardando a mi puerta para ser recibidos,

ni un lío de lectores, de sufridos romeros

madrugando en mi calle para ser los primeros.

¿Alimento de pocos y pan de minorías?

Este es el don que tengo y alimenta mis días.

Trabajo con palabras, oficio casi vano,

pobre y, según se mire, oficio soberano.

Moriré en las palabras, me marcharé con ellas

a leerle mis versos a Dios y a las estrellas.

(Octubre de 2017)

DOY SALTOS, GRITO, RESBALO…

El 1 de diciembre de 2017 descubre Jesús Mauleón, desde su ventana, el campo blanco de inmaculada nieve, y misteriosamente regresa a la infancia. “El corazón / se me ha rayado de blanco… // Se me borró la vejez…” No se ha perdido el niño, que resucita más allá del espacio y del tiempo, y pregona la noticia de que todo es providencia y amor, de que todo es gracia… (Sugeriría pulsar aquí y descubrir, en PPS, el soneto de José Luis Martín Descalzo “En la nieve”.)

NEVADA

Por fin nieva. El corazón

se me ha rayado de blanco.

Blanca es mi carne de niño

y no parece milagro.

Miro desde mi ventana

sin poner puertas al campo.

Se me borró la vejez

lenta como un bulto pardo.

Caminaré por la nieve

haciendo burla a mis años,

blanca de copos el alma