“Es el amor el que llama al servicio del episcopado. Llama y envía a servir. No es una elección personal, una decisión de la propia voluntad”, haciendo “del ministerio episcopal un envío, un servicio, una pobreza”, porque “el ministerio episcopal es en la Iglesia y para la Iglesia”
“El obispo es un oyente por excelencia porque quiere dejarse tocar por la voluntad de Dios, dejarse tocar por sus hermanos y hermanas, por una hermenéutica de la totalidad. Este modo de sinodalidad impregnará todo su ministerio episcopal”
“El obispo es una invitación a la esperanza, porque habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida bienaventurada, que llena el corazón y eleva el espíritu hacia la verdad, el bien, la belleza y el amor”
“Pido la gracia de poder en todo corresponder al mandato y misión de servir al pueblo de la Arquidiócesis de Manaos como Hermano Menor en servicio episcopal, lavando los pies de mis hermanos y hermanas con toda mi fuerza y empeño”