Versos que ENCUENTRAN A DIOS y3

Versos que ENCUENTRAN A DIOS
Versos que ENCUENTRAN A DIOS
Nido de poesía: Nicolás de la Carrera
06 sep 2019 - 17:37

Era Dios lo que tenía dentro de mi corazón

Invitamos hoy al florilegio a Antonio Machado, uno de los imprescindibles. En su “Antología de la poesía actual”, compara Ernestina de Champourcin a Unamuno con Antonio Machado, destacando del vasco su sensibilidad hacia el misterio y su tortura por la mil y una tentaciones que le brinda la razón. Del sevillano señala que “el acento es muy distinto, como diluido entre una niebla de sueños, exquisitamente delicado. Parece que asistiéramos a un diálogo entre el poeta y Dios, diálogo del que solo nos llegan la parte humana, la del dolor y el deseo del hombre.”

antoniomachado75
antoniomachado75

MACHADO, ANTONIO (Sevilla, 1875 – Colliure, Francia, 1939). Solo recordaré su matrimonio en Soria con Leonor, de quince años. Cinco años después fallecería la joven de tuberculosis. Esta tragedia afectó muy hondamente a Machado. Y, aunque el tema de Dios volvió a su poesía, no cesaron su búsqueda y sus oscuridades. Como cuando escribió: “Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería. / Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. / Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. / Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar”.

ERA DIOS LO QUE TENÍA DENTRO DE MI CORAZÓN

corazonmano5
corazonmano5

Dentro de la casa existe una pieza, el dormitorio, donde descansamos y soñamos. A través del sueño puede Dios revelarse a hombres y mujeres, como refiere la Biblia en numerosas ocasiones. Es curioso, y muy bello, el sueño que describe Antonio Machado en “Anoche cuando dormía...” Tres imágenes centran su galería onírica desplegada en el corazón: el corazón como manantial de vida, colmena laboriosa, ardiente sol. Para Machado este sueño no fue más que una “bendita ilusión”. Para nosotros puede ser mucho más: es la ventaja de poder soñar despiertos (“ensoñación” le llaman algunos, “contemplación”, le decimos en la vida espiritual).

Sugerencia: mi corazón es fuente manantial que nace de Dios: pido al Padre la fe. Mi corazón es colmena de abejas que liban flores para miel y cera: pido al Hijo esperanza. Mi corazón es mediodía de luz y fuego: pido amor al Espíritu Santo.

ANOCHE, CUANDO DORMÍA...

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que una fontana fluía

dentro de mi corazón.

Di, ¿por qué acequia escondida,

agua, vienes hasta mí,

manantial de nueva vida

en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que una colmena tenía

dentro de mi corazón;

y las doradas abejas

iban fabricando en él,

con las amarguras viejas,

blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que un ardiente sol lucía

dentro de mi corazón.

Era ardiente porque daba

calores de rojo hogar,

y era sol porque alumbraba

y porque hacía llorar...

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que era Dios lo que tenía

dentro de mi corazón.

EL “PADRENUESTRO” DE DIOS

la-mano-de-dios29
la-mano-de-dios29

Se han escrito numerosas variaciones, pastorales y literarias, del Padrenuestro. Nos da a conocer José Luis Martín Descalzo un Padrenuestro al revés. Se dirige el Padre a sus hijos/hijas de la tierra, y les reza su oración. Comenta José Luis el poema con estas palabras: “Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a rezar el “Padre Nuestro”, sabía muy bien lo que estaba diciendo. Estaba abriendo de par en par –¡nada menos!– el mismo corazón de Dios.” Sugerencia: podías leer meditativamente el texto. Cuando descubras una palabra o frase que te emocione, retírate a orarla.

HIJO MÍO QUE ESTÁS EN LA TIERRA...

Hijo mío que estás en la tierra,

preocupado, solitario, tentado,

yo conozco perfectamente tu nombre

y lo pronuncio como santificándolo.

No, no estás solo sino habitado por Mí,

y juntos construiremos este reino

del que tú vas a ser el heredero.

Me gusta que hagas mi voluntad,

porque mi voluntad es que tú seas feliz.

Cuenta siempre conmigo

y tendrás el pan para hoy, no te preocupes,

sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos.

Sabes que perdono todas tus ofensas,

antes incluso de que las cometas,

por eso te pido que hagas lo mismo

con los que a ti te ofenden.

Para que nunca caigas en la tentación,

cógete fuerte de mi mano

y yo te libraré del mal,

pobre y querido hijo mío.

UN DESIGNIO DE AMOR GOBERNABA MI VIDA

esperanza449
esperanza449

No existe el azar. Todo es gracia. Todo es providencia. “El poder de Dios es tal / que saca bien del mal.” Podemos contemplar la vida, más allá de la casualidad o del destino, como una llamada trascendente a realizarnos en el amor. Miguel D’Ors, enamorado y felicísimo, hace memoria de claridades a lo largo de su periplo humano, y descubre pequeños milagros, secretas bendiciones... Sugerencia: ¿No habrán ocurrido "casualidades" también en nuestras vidas? Si descubres el calor, la sabiduría, la ternura de la mano de Dios, dale gracias. Comprométete más con Él.

¿CÓMO...?

¿Cómo podré llamar

azar a quien condujo

mis pasos hasta esta

plenitud?

Cuando miro

atrás y reconozco

todos los desamores

que a este amor me trajeron;

cuando le sigo el rastro

a mi vida y descubro

que desde siempre estaba

el Universo entero

confabulado para

llevarme a la alegría,

no me atrevo llamar

azar a Quien condujo

mis pasos: hasta esta

plenitud he llegado

únicamente porque

un designio de amor

gobernaba mi vida,

porque me encaminaba

a través de las horas

una mano tan fuerte

que tengo que adorarla.

liba485
liba485

ÍNDICE de ENLACES: pulsar el título de un Enlace

Versos que BUSCAN A DIOS

1. Abrir los ojos y mirar

CANCIÓN DE MI CEGUERA, de Francisco Garfias

ES UNA TARDE CENICIENTA Y MUSTIA, de Antonio Machado

SEÑOR, QUE ME HAS PERDIDO LAS GAFAS, de J. A. Muñoz Rojas

2. Golpeado por la luz de las estrellas

LAS MANOS CIEGAS, de Leopoldo Panero

SIN LA MANO DE DIOS, de María Elvira Lacaci

ESTO ES LARGO Y OSCURO, de José Antonio Muñoz Rojas

y3. Hombre de Dios me llamo, pero sin Dios estoy

BÚSQUEDA, de Griselda Álvarez

SALMO INICIAL, de José María Valverde

ALGO MÁS ESTOY SIENDO, de José García Nieto

Versos que ENCUENTRAN A DIOS

1. La imprevisible Presencia de Dios

UN MINUTO DE SILENCIO, de Manuel Mantero

HERMOSA PRESENCIA, de Vicente Gaos

NO OS ANGUSTIEIS POR VUESTRA VIDA, de Jesús de Nazaret

2. Aquí tu aliento y tu Presencia viva

ESTA CASA, SEÑOR, ES COMO UN TEMPLO, de Jesús Mauleón

DIOS ENCONTRADO, de Carlos Murciano

SU MANO TRANSPARENTE SOBRE EL HOMBRO, de Enrique Badosa

y3. Era Dios lo que tenía dentro de mi corazón

ANOCHE CUANDO DORMÍA, de Antonio Machado

HIJO MÍO QUE ESTÁS EN LA TIERRA, de J. L. Martín Descalzo

¿CÓMO…?, de Miguel D’Ors

liba485
liba485

También te puede interesar

Lo último

stats