Nosotros los mayores, y la Poesía 34. DOS POEMAS DE SOL Y DE SUEÑOS

Nido de poesía: Nicolás de la Carrera
13 nov 2018 - 14:31
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Dedicaremos el post de hoy a dos excelentes poemas del lírico murciano Eloy Sánchez Rosillo. Nacido en 1948 discurre su etapa formativa infantil en colegios religiosos. Con 21 años se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de Murcia para cursar la licenciatura de Filología Románica, obteniendo Premio Extraordinario. Allí ejercerá como docente en la Cátedra de Literatura Española.

Obtiene Sánchez Rosillo en 1977 el Premio Adonáis con su libro “Maneras de estar solo, que le dio a conocer en la poesía española contemporánea. A lo largo de más de 35 años nos ha venido obsequiando con la sucesiva entrega de nueve valiosos títulos. En los cinco iniciales, con poemas de 1974 a 2003, se refuerza el sentimiento elegíaco, que podría tener su origen en el fallecimiento del padre cuando solo contaba siete años, que marcaría severamente su niñez con un gran sentimiento de fugacidad y de pérdida.

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“AHORA CELEBRO Y CANTO”

En 2005, con los versos del poemario “La certeza, inicia un nuevo período caracterizado por la poética del instante único, de la memoria y de la emoción. Fueron apareciendo cuatro nuevos títulos, que el año pasado se integraron en la Antología de Cátedra “Hilo de oro (1974-2011). Destaca la crítica la transformación que experimenta su poesía a partir de la publicación del poemario “La certezaque, por cierto, obtuvo el Premio de la Crítica 2005. Así se ha expresado el poeta:

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“Sin que yo lo supiera del todo cuando se publicó “Las cosas como fueron”, cerraba toda una primera etapa de mi poesía que, según dicen, se caracteriza por su tono elegíaco. En los cuatro libros publicados desde entonces, la vida me ha llevado por derroteros absolutamente inesperados y en mi poesía se ha producido no ya una simple evolución sino una transformación completa, pues en estos libros nuevos predomina la rendida celebración del existir, y acaso un mayor despojamiento en lo que al lenguaje se refiere.”

El autor de la Antología comentada “Hilo de oro”, José Luis Morante, precisa que, en su opinión, el poeta murciano, en esta segunda etapa, “inaugura un discurso nuevo. El verso elegíaco que canta la pérdida y la asunción del desgaste, cede el testigo a una nueva fase en la que pasa a primer plano una voluntad agradecida, esperanzada y llena de alegría. La jornada al paso propicia el disfrute de lo verdadero; llena los sentidos con los vislumbres que la contemplación depara. Se abandona la queja por la pérdida y la carencia, para dar fe de vida.”

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ALZO LOS OJOS HACIA EL CIELO AZUL

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Iniciamos esta breve visita al poemario “La certeza” con oscuros y luminosos versos del diario espiritual de Sánchez Rosillo. Contempla sus días y se entristece. Recuerda otro tiempo, y siente vacías hoy sus manos... Hasta que, de pronto, descubre que su indigencia toca un fulgor que vale más que el oro más puro: con plenitud respira su pecho el raro don de la felicidad. Y bien quisiera que nunca se apagara la intensidad que vive (“Luz que nunca se extingue”).

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AHORA

Sí, es verdad que la vida, a mi edad, no merece

en muchas ocasiones demasiado la pena.

Los días son iguales, y míseros transcurren

sin sorpresa, ni canto, ni consuelo.

Alguien que vive en la indigencia soy

cuando recuerdo o sueño que alguna vez las cosas

fueron de otra manera.

Pero llega de pronto -como hoy sucede- un día

que siendo igual que todos es del todo distinto,

piadoso y pleno sin porqué, radiante,

un día que me hace desdecirme, afirmar

que ahora también, y siempre, es hermoso estar vivo,

que si no le pedimos a destiempo

y a nuestro antojo y sin mesura dádivas,

la vida sabrá ser generosa y clemente.

Alzo los ojos hacia el cielo azul

de este día imprevisto.

Y el sol va derramando sobre mí a manos llenas

todo el oro del mundo.

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INTUÍA EL CAMINO EN LAS ESTRELLAS

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Si en “Ahora” (y aquí) el poeta murciano canta la alegría de vivir un día especial, y que siempre “es hermoso estar vivo”, en “Las estrellas y el sueño” reconoce, a lo largo de múltiples caminos, la presencia de “un sueño irrenunciable que me guió y que fue / conduciendo mis pasos poco a poco / al lugar en que estoy...” En esta ocasión no levanta los ojos al cielo azul encendido de mediodía, sino a la noche y sus fecundas y misteriosas estrellas, y así “avanzar decidido, pues el trayecto aún / al parecer prosigue.”

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LAS ESTRELLAS Y UN SUEÑO

Ahora que una gran parte de la vida

que he de vivir ya es cosa del pasado,

vuelvo con la memoria a los caminos

que hasta aquí me trajeron y que me hicieron ser

este hombre que soy.

No son caminos firmes, bien trazados, que avancen

con determinación hacia una meta.

Son apenas veredas, rodadas imprecisas,

senderos sinuosos que discurren

por extrañas comarcas.

Aunque en ellos viví inolvidables días

de libertad, no puedo dejar de estremecerme

al recordar los muchos peligros que acechaban

y que no sé siquiera cómo pude

sortear sano y salvo.

Y lo más asombroso es ver al fin

que a pesar de que andaba sin prefijados rumbos,

sin mapas y sin planos, sin proyectos,

no me detuve ni me extravié

irremediablemente.

lntuía el camino en las estrellas,

y si no tuve un norte, albergué siempre

un sueño irrenunciable que me guió y que fue

conduciendo mis pasos poco a poco

al lugar en que estoy.

Qué inexplicable es todo, qué maravilla

es defender este sueño, no traicionarlo nunca,

estar conmigo en paz y al mismo tiempo en guerra,

y avanzar decidido, pues el trayecto aún

al parecer prosigue.

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EL POETA NOS OBSEQUIA

CON UN RECITAL DE VERSOS

Eloy Sánchez Rosillo leyó y comentó, el 17 de mayo de 2005, interesantes poemas de los cinco primeros libros, y algunos versos del poemario “La certeza”, que se publicaría aquel mismo año. Duración: 46 minutos. Pulsar aquí.

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NOSOTROS LOS MAYORES,

y la Poesía

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24. Bendita memoria, bendito olvido

EL QUE TIENE MALA MEMORIA, por Manuel Mantero

TAMBIÉN HAY MUERTOS QUE MATAN, de José Bergamín

ÍNDICE DEL 13 AL 24

25. Nicanor Parra, Centenario Vivo

ENLACE A NUEVE PÁGINAS SOBRE PARRA

26. 678 monjas y un científico 1.

EL LARGO CAMINO HACIA LA SERENIDAD, de A. Daigneault

27. 678 monjas y un científico 2.

EPITAFIO PARA UNA MONJA ANCIANA, por Carlos Murciano

28. 678 monjas y un científico 3

MISIÓN, de Nicolás de la Carrera

29. 678 monjas y un científico y4.

PARA DAR ALEGRÍA, por Ernestina de Champourcin

A UN PÁJARO QUE CANTABA..., por E. de Champourcin

30. Vivir sin parar

PEREGRINO, de Luis Cernuda

SUEÑOS Y AMBICIONES, de Kahlil Gibran

31. Moverse es cuidarse

RECOMENDACIÓN DEL CUERPO, de Gabriel Celaya

32. Lo tengo en la punta de la lengua

HOY HE NACIDO, de Amado Nervo

33. Nuestras primeras letras

DE CUANDO SOR PILAR ENSEÑÓ A LEER AL POETA NIÑO, de Jesús Mauleón

34. Dos poemas de sol y de sueños

AHORA, de Eloy Sánchez Rosillo

LAS ESTRELLAS Y UN SUEÑO, de Eloy S. Rosillo

35. Los ojos de aquel niño...

VIEJAS HISTORIAS, de Eloy Sánchez Rosillo

CUANDO MIRAS DESPACIO, de Eloy S. Rosillo

PERDICIÓN, de Eloy Sánchez Rosillo

36. Regresar a ese limpio manantial

EL MANANTIAL, de Eloy Sánchez Rosillo

LA ESCONDIDA FUENTE, de Eloy Sánchez Rosillo

EL VIAJE, de Eloy Sánchez Rosillo

37. Miro mis manos...

MEDITACIÓN SOBRE UNAS MANOS, de Eloy S. Rosillo

CERTIDUMBRE QUE QUEMA, de Eloy Sánchez Rosillo

ÍNDICE DEL 37 al 48

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